1- Dos hojas de lengua de suegra en dos posillos de agua sin colar, tres veces al día por seis meses.
2-Cartílago de tiburón tabletas 6am 12pm 6pm
3- Ensalada de lechuga, tomate, ajo, rábano, y aceite de oliva
4- Uña de gato tres astillas en un litro de agua hervir por 20 minutos y tomar un posillo tres veces al día
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SECRETOS CASEROS
ABSCESO
1-Cogollo de cañabrava hervir en un posillo de agua colar y tomar.
2- La cáscara de tomate abierta caliente en el nacido
3-La corriente de agua natural.
4- Completar con piña, fresa y ahullama
ACIDO URICO
1- Bebidas de boldo y alpiste
ACNE:
1 -Saliva en ayunas
2 -En el jugo de 2 limones y una cucharada de azúcar y aplicar en la cara en las horas de la noche
3 -Mascarilla de tomate para eliminar los puntos negros
Palabra De Cristo
"Cristo era salud y fortaleza en sí mismo, y cuando los dolientes eran traídos a su presencia, siempre era reprochada la enfermedad. Por esa razón no fue inmediatamente a ver a Lázaro. No podría haber visto su sufrimiento sin aliviarlo. No podría haber visto la enfermedad y la muerte sin combatir el poder de Satanás. Fue permitida la muerte de Lázaro para que pudiera ser presentada su resurrección, como la última evidencia cumbre para los judíos, de que Jesús era el Hijo de Dios.
Y en todo ese conflicto con el poder del mal siempre estuvo delante de Cristo la oscura sombra en la que él mismo debía entrar. Estuvo siempre delante de él el medio por el cual debía pagar el rescate de esas almas... Cuando resucitó a Lázaro, sabía que por esa vida debía pagar el rescate en la cruz del Calvario... Se dice de las multitudes de dolientes que lo cercaban: "Sanaba a todos" (Mat. 12: 15). Así expresó su amor para los hijos de los hombres. Sus milagros fueron parte de su misión... Sabe cómo pronunciar las palabras "sé sano"; y cuando ha curado al doliente, le dice: "Vete, y no peques más"" (Manuscrito 18, 1898).
¡ESCRITO ESTA!
“Y fue con él, y le seguía gran multitud, y le apretaban.
Y una mujer que estaba con flujo de sangre doce años hacía, y había sufrido mucho de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor, cuando oyó [hablar] de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su vestido. Porque decía: Si tocare tan solamente su vestido, seré salva.
Luego la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que era sana de aquel azote.” Marcos 5:25-29
"Cuando la mujer alargó la mano y tocó el borde de su manto pensó que ese toque furtivo no sería advertido por nadie; pero Cristo lo advirtió y correspondió a su fe con su poder sanador. Ella se dio cuenta en un instante que había sido sanada, y el Señor Jesús no dejaría de llamar la atención hacia una fe tal.
Cuando la mujer vio que había sido descubierta fue temblando a echarse a sus pies, y le contó su historia. Por doce años había sufrido su mal, pero no bien su dedo tocó el borde del manto de Jesús se había sanado. Jesús le dijo: "Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz". El solo toque de fe recibió su recompensa" (Carta 130, 1898).